Un rincón delicioso en el corazón mismo de la provincia de Moca.
Dotado de una exuberante ecología, este pueblecito de la región Norte ofrece a los visitantes calma para el espíritu a través de sus exóticos paisajes, la sencillez y hospitalidad de su gente y energía vital procedente de las posibilidades de sana diversión en sus increíbles fuentes de recreo en contacto con la naturaleza.
Puntos como el Salto de los Bueyes, lo convierten en un destino ecoturístico de importante potencial.
Ademas este paraje posee recursos y condiciones fenomenales como escenario para deportes acuáticos, equitación, de montaña, entre otros, incluso, de alto riesgo, para los más aventureros.
Las vistas, desde cualquier ángulo, resultan siempre alucinantes por su belleza.
El lugar conserva ese encanto virginal característico de muchos de nuestros pueblos, que espera, como una bella durmiente, el beso de la atención de parte del estado, que le despierte al desarrollo total de sus atractivas posibilidades.
Cuando desees un encuentro cercano con la naturaleza, recorrer este pequeño paraíso te hará deslumbrar. En tu próxima visita a República Dominicana, no debes perderte esta maravillosa experiencia.
Articulo enviado por Madeline Colon y Rosalinna Benjamín
2 comentarios:
Facinante saber que mi pequeño pueblo esta saliendo a la luz, donde existen las mejores gentes del mundo, todo el que llega es bien recibido y lo mejor es que el que va una vez vuelve, yo lo concidero como un paraiso escondido. lugar montañoso con gran verdor una vista increible ese es mi Villa Trina .
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