Tokio, Japón

Tokio es la ciudad más grande del mundo. Ir a esta ciudad, es una forma segura de ver una gran variedad de información visual en muy poco tiempo. Te llevarás un gran impacto debido a que te encontrarás con cosas que quizás no estas acostumbrado a ver en tu país natal, pero mejor déjate llevar y disfruta.

Lo mejor que puedes hacer, es conocer Tokio y no hay mejor manera que empezar a callejear dentro de la ciudad. Pronto te darás cuenta que estarás pasando por lugares que al día pasarán miles y miles de personas y también te encontrarás espacios naturales integrados dentro del núcleo urbano. Uno de los lugares que más impacto te dará es, sin lugar a dudas, Shibuya. Un cruce donde hay un gran número de pantallas gigantes y luces de neón, por cuyos pasos de cebra pasan mas personas en el mundo en un solo día. Si tienes un rato te recomendamos te sientes y disfrutes lo que verás en dicho cruce: jóvenes ultra modernos, chicas con el vestido tradicional y típico de Japón y con los pelos de color rosa, empleados con su traje gris, adolescentes cosplay (vestidos de personajes manga...). Pero para encontrar un lugar donde se mezcla multitud de tendencias, ese es Yoyogi, sobre todo los fines de semanas. 

Después de tal impresiones, que mejor que darse una vuelta por una de las cientos de zonas verdes que hay por Japón. El más tradiciones y grande es Ueno, donde se encuentra en museo tradicional. Estos parques son preciosos pero sobre todo en primavera (donde se celebra el hanami que es cuando eclosiona la flor de los cerezos) y en otoño (donde se pone todo de un color rojizo maravilloso).

Otra de las cosas que son tentadoras son los baños públicos. Conocidos como Onsen, hay multitud y variados a lo largo de Japón. Antes de usarse debes sentarte en una banqueta, flotarte con jabón todo el cuerpo y luego aclararte. Están divididos por sexo y pueden entrar de todas las edades. Cuenta con aguas calientes y frías. Uno de los más famosos, es el Onsen de Jakotsuyu, donde puedes disfrutar de aguas termales mientras contempla el paisaje urbano a tu alrededor.

El tren bala es otro de los atractivos de esta ciudad. Los japoneses son tan ordenados y puntuales que "asustan". Se sincronizan de tal forma para salir y entrar al tren que da gusto verles. Si tiene programado que tu tren salga a las tres de la tarde y ves que llega un tren cinco minutos antes, no te subas, es el tren anterior, el tuyo llegará justo a las tres. Si te entra hambre, compra un bento (bandejas pequeñas, cómodas y ordenadas de comida japanosa). Verás que los japoneses aprovechan para dormir en cualquier rincón sin miedo a que les roben su pertenencia. Esto es debido a que dicen que las pertenencias adquieren el espíritu de los dueños y si robas algo no sabes que espíritu estas cogiendo.

Y por último te recomendamos que viajes a Miyajima, una isla sagrada donde se encuentra una de las siete vistas mas famosas de Japón, el famoso Torii (puerta de un templo sintoísta) flotante. El sintoísmo es la religión tradicional de Japón, la cuál dice que los dioses están en la naturaleza y por eso si paseas por esta isla veras ciervos y monos campando a sus anchas. Peregrinar a este lugar equivale a quedarte en uno de sus hoteles tradicionales, con habitaciones amuebladas con mesitas pequeñas y tatamis con sus colchones para dormir en el suelo. Con la ropa adecuada, puede vivir una cena típica japonesa en el suelo, con una mesita pequeña acompañada de familias japonesas, este es el caso de los hoteles Makoto e Iwaso Inn.